Descenso de sentimientos

Como suave brisa por las noches te pienso, esperando que el viento te haga saber qué quiero... Más que nadie lo sabes, te quiero a ti en cada espontáneo momento.

Mis acordes cotidianos son el recuerdo que alguna vez tus manos tocaron mi cuerpo.

Si te quiero en la calle o en el silencio de mi departamento, es porque somos mucho más que esto.

Tus ojos me hacen pensar que el día no muere a las seis de la tarde y que si sigo despertando, es simplemente para mirarte. En las noches, salir corriendo a buscarte es poco para el deseo de tenerte conmigo como arte.

No desearía que ya tus labios pronunciaran otro nombre, deseo que solo sea el mío, hasta quedarnos dormidos. Tu carita de poema me inspira el alma para seguirte queriendo, por más que pase el recuerdo de lo vivido por momentos.

Diré que te quiero con mi alma para que a la oscuridad te aferres, con atención escucharás mi corazón que late por ti a creces.

Te quiero, te quiero, te quiero y no podría ocultarlo más, porque si ves a mis ojos, notarás lo que un día fue y ya no será...

Cada día pienso en ti porque en mi mente aún vives, no solo me traiciona el corazón… y lo siento, pero es que sin ti no puedo, me he enamorado de la manera más cruel que alguien pudiese hacerlo, no sé qué tiene tu ser que me hace enloquecer… dedicándote, como ves, estas líneas de confesiones de amor.

Trato de que comprendas todo lo que provocas en mí, los recuerdos latentes que aún están gravados en mi corazón, cuál nombre de enamorados en una roca…

Hoy pensé en ti, mañana será igual… escribiendo versos… hilando tu nombre, gritando en silencio hasta que mi voz llegue a ti, cierro mis ojos y solo quiero que mi corazón y alma se transporte hasta dónde estés… hasta mi hogar que eres tú.

Ya sé que mis palabras son inútiles de cierta manera, sin embargo, no puedo callarme, sabes cómo soy… No podré callarme y menos ahora que estoy enamorada de ti. Mi quebranto de cada noche eres tú y al final del día, te sigo amando.

Quisiera poder decir que es la distancia que nos separa la que te ciega a saber la sed que tengo de ti… la sed de verte, de tocarte, de respirarte, de tenerte rodeado entre mis brazos.

Camino hasta donde te encuentras pero en mi presente no apareces, por favor… que alguien cambie mi destino, no es el momento de conquistarte… solo sé que eres una semilla de girasol, quieres germinar… y cuando eso pase, no quisiera ser yo quién te arranque.

Venga, ya está, estoy enganchada, sincronizada en la sintonía de tu piel, loca por ti… Lo digo sin poder evitar que caigan mis lágrimas. Yo sé que todos nos equivocamos, pero siento que yo voy más allá de ese límite. No sé qué tienes y peor aún, por qué sigo extrañándote... habitas en mis pensamientos cada segundo del día. Si te fuiste, ¿por qué no también te llevaste tus recuerdos?

Desde que no somos, todas mis letras se han convertido en lágrimas textuales hacia ti, espero algún día vuelvas conmigo y poder estar juntos sea nuestro destino.

La conclusión a todo esto es que deseo con todas mis fuerzas volver a fundirme en tu cuerpo y aunque ahora solo seas dolor, te diré, vida, eres mío. No es tu culpa ser de este mundo tan perdido.

Annabell Mite Laurido (1996, Guayaquil - Ecuador) Estudia Contaduría Pública Autorizada en la Universidad de Guayaquil, al momento cuenta con veintiún años. Ve a la poesía y lectura como unas de las tantas pasiones en su vida, algún día espera estudiar Literatura. Tiene un blog en Tumblr en donde escribe periódicamente sobre sus sentimientos.

Tumblr: annamonkeys.tumblr.com/